TODOS LOS DÍAS NO SON FIESTA

Debió pensar Mourinho, arrastrado por su séquito de fieles hooligans/periodistas, que esta vez también le iba a salir bien, ¿por qué no? Creyó que si Eto´o había sido capaz de ejercer de lateral bregador tapando la banda del Nou Camp, por qué no lo iba a hacer Di María; si Sneijder persiguió a Xavi a lo largo y ancho del campo, por qué no podía hacer lo mismo Özil; incluso aventuró, el muy osado, que el indolente Benzema taparía la salida de balón del Barça con la voluntad que antaño puso Diego Milito, bueno, esto último ni se lo creyó Mou ni nadie…

Pero el Nou Camp es muy grande y el balón corre muy rápido cuando los tres mejores jugadores del mundo están de dulce (Messi, Xavi e Iniesta, si es que había alguna duda). Los futbolistas del Real Madrid no tienen condiciones para cerrarse atrás a sufrir noventa minutos, carecen de ese oficio que si tuvo el Inter el año pasado, incluso el Chelsea años atrás.

Por muy galácticos, universales y cualquier otro grandioso adjetivo que se le ocurra al padre Florentino, también todopoderoso, este equipo no puede intentar cerrarse atrás y salir vivo del campo del mejor equipo de la historia. Está hecho para jugar un fútbol de contraataque, muy atractivo por cierto, que es muy distinto a esperar en la frontal de su propia área.En mi opinión se equivoca el alabado Mou, al cual reconozco la construcción en tiempo record del segundo mejor equipo del continente con un presupuesto limitado, unos 420 millones de euros, pero le achaco falta de valentía en el Clásico. Seguramente era consciente de que este Madrid no aguantaría un partido tal y como lo hicieron su Chelsea o su Inter, pero la algarabía y entusiasmo de su séquito de optimistas le llevó a un resultado final penoso.

Mou se quedó a mitad de camino, una lastimosa mezcla entre lo que le pedía el cuerpo, un once más similar al que dispuso contra el Auxerre, y lo que le exigía el madridismo, que entendía como obligación moral salir a presionar arriba al mejor Barça, quitarse los complejos de una vez.

Conclusión: a Mou le pudo el Madrid y los complejos siguen creciendo.

Tweet