jueves, 9 de diciembre de 2010

LA FACHADA NO PUEDE IMPEDIR VER EL INTERIOR


Ayer el Real Madrid obtuvo una holgada victoria ante un rival que apenas se dejó ver por el coliseo blanco. El conjunto francés ha sido sin lugar a dudas el rival más plácido para el Madrid en toda la temporada, nunca inquietó y se rindió antes de empezar. Es por ello, que los tres goles de Benzema deben quedar como una simple anécdota y no tomarlos como algo más, puesto que viendo las portadas de los distintos diarios nacionales parece que la actuación del galo hubiera dado medio título al club de Concha Espina o algo similar.
El galo, si bien es cierto que consiguió los tres goles, tuvo todo lo necesario para conseguirlo: lo primero, todo el equipo trabajó para él, los pases que recibió y las ocasiones que tuvo fueron fruto de todo el trabajo del equipo que lo buscaba en todo momento, lo cual facilita y mucho las cosas; en segundo lugar, el débil Auxerre, puso todo un sinfín de facilidades para que el galo campase a sus anchas a lo largo de todo el terreno de juego, jamás encontrará Benzema otro conjunto que se lo ponga tan fácil para marcar tres goles; y en tercer lugar, aunque ayer nos encontrásemos en un partido de Champions, es más cierto, que tenía el ambiente de amistoso, sin ninguna intensidad de competición y con una grada con ganas de fiesta y diversión.
Por todo esto, pienso que no debemos caer en falsos elogios hacia un jugador cuyo precio fue de 36 millones de euros, que en su momento estaba llamado a ser el mejor delantero centro de Europa y que hasta el día de hoy apenas ha dejado ráfagas de su calidad. A este joven, le faltan varias cosas, tales como disciplina, humildad, trabajo… mientras que Benzema no vea que todo ese tipo de adjetivos son necesarios para triunfar en el mundo del fútbol, no dejará de ser ese jugador que apuntaba grandes maneras y de una enorme calidad pero que se quedó en esa línea de jugador mediocre o quizá buen jugador de equipo de mitad de tabla. Por todo, no hay que quedarse en los tres goles y condecorarle, sino pedirle mucho más.
Un saludo
Chema

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