BOXING DAY, RUBIALES Y FÚTBOL MODERNO

Me gustaría dedicar este artículo para desearos feliz año nuevo, un artículo para recordar lo bonito que fue este 2010 que ya termina, para hablar del informe Robinson que me hizo llorar, del 11 que se ha puesto José Mourinho, del balón de oro que se acerca; en definitiva hablar de fútbol y de alegrías; sin embargo, este artículo presenta hostilidades, dirigidas hacia aquellos que intentan fastidiar la belleza del deporte rey.
No obstante, me gustaría empezar hablando de una tradición navideña en las Islas Británicas; en este país aprovechando las fechas de unidad familiar, e intentando evitar hostilidades con el suegro en las reuniones familiares, buscando acercar a los más jóvenes a sus ídolos, se disputan en apenas dos semanas, cuatro jornadas de liga. ¿Qué mejor regalo para la navidad que el fútbol?

 Me encantaría seguir hablando de la belleza de este día o de sus grandes triunfadores, que personalmente han sido Fábregas y Van der Vaart. Sin embargo, es tal mi cabreo que el boxing day no hace más que acrecentarlo. Por ello este artículo no volverá a mencionar palabras que contengan alguna referencia hacía al fútbol anglosajón.

Volviendo a la península Ibérica, nos encontramos un enfrentamiento por una jornada que se disputa el dos de enero. En este bando, toma firmeza Rubiales, un ex jugador que salto a la fama por ser el capitán de uno de los primeros equipos que sufrió impagos. Su fama lo llevó a ser nombrado presidente de la AFE. Tranquilo, ya no volverás a pasar hambre; seguro que con los impagos del Levante no podía llegar a fin de mes… Ojo que también ha hecho cosas buenas, aunque pocas, no se lo neguemos.

Este señor, por llamarlo de alguna manera, alega que el día dos de enero es inhábil para jugar al fútbol, y dijo yo ¿Qué opinaran los jugadores del país que prefiero no nombrar acerca de todo esto?  Para colmo, Rubiales no hace más que contradecirse: primero se juega, pero solo a las cinco de la tarde; ahora no se juega, todos los partidos al día tres.

Por favor decídase de una vez, para por lo menos saber a qué atenernos. Mientras tanto, los aficionados, aquellos que se privan de sus vacaciones o de tomarse unas cervezas en el bar para pagar su abono, siguen sin saber si podrán marcharse  al pueblo de su esposa a pasar la Nochevieja, o si por el contrario, la suegra viaja a la ciudad por que el yerno tiene que ir al fútbol al día siguiente.

En definitiva, la culpa de todo esto la tiene el fútbol moderno. Para algunos, solo importa el dinero, las televisiones; mientras el aficionado va siendo dejado a un lado. Habría que recodar que la esencia de este deporte es la pelota, la pasión, el sentimiento, el gol. El día que se olvide esto el fútbol moderno habrá triunfado, pero nos encontraremos con que habrá dejado de ser futbol para convertirse en otra cosa.

Posdata: me encanta el horario de las 16 horas, no por el negocio de las TV, sino porque cuentan que antaño los partidos eran a esa hora. Una remisión al futbol de verdad.