LA PARADA QUE LE QUITÓ LA VIDA

Esta es la historia de Jesús Castro, hermano de 'El Brujo Quini', fue portero del Sporting de Gijón durante la década más meritoria del club, entre 1970 y 1983, pero Castro no quedará en el recuerdo sólo por sus grandes paradas bajo el arco, sino también por haberse convertido en un héroe al practicar un rescate en una playa de Cantabria, pese a que le costó la vida.
- En lo deportivo:
Fue pieza clave en el 'Euroesporting' que disputó en tres ocasiones (consecutivas) la UEFA, hecho que les llevó a jugar contra el Torino, Estrella Roja de Belgrado, PSV y Bohemians de Praga. Con Castro en la portería el equipo terminó segundo en una liga que ganó el Real Madrid y que anduvo disputada prácticamente hasta el final. Alcanzó la final de Copa del Rey contra el Barcelona, eliminando al Real Madrid en semifinales, aunque un viejo conocido, 'Quini', anotó dos goles, siendo ya jugador del club catalán, lo que sentenció la final. La otra final de Copa la perdió contra el Real Madrid, privándole ambos equipos de haber podido obtener el primero de sus títulos.
En 1983, dejaría sitio a una de las promesas de Mareo, Ablanedo, que en su primer año se haría con el trofeo Zamora. El cambio generacional se había consagrado.

- En lo heroico:
En una mañana de mar arremolinado en la playa de Pechón, atizaba fuertemente el Cantábrico contras las rocas. La bandera roja que se encontraba izada de forma permanente parecía pedir a los bañistas la calma que no era capaz de otorgarle el mar. La presencia de dicha señal trataba de convencer a los mismos de no adentrarse en el agua, pero que si era menester, se hiciera con extrema cautela.
Un padre inglés que probablemente desconocía lo violento que puede ser el mar en las playas de Cantabria, decidió adentrarse junto con sus dos hijos, de 7 y 9 años, por la parte izquierda de la cala. En ningún momento se paró a pensar que cuando la mar empieza a ganar terreno a la tierra, se forman unos fuertes remolinos que supcionan a los que se encuentren alrededor para tragarselos.
Castro, que se encontraba en la mencionada cala, no lo dudó, y al igual que había ejercido de improvisado socorrista una semana antes evitando que dos niños murieran, se lanzó al mar. El portero no desistió hasta haber sacado del agua todas las vidas que había en el lugar, pero se olvidó de una, la suya propia. Ese día de 26 de julio de 1993, Castro realizó la última y más importante de sus paradas, esta vez en la mar. Consiguió vencer a la muerte por 3-1, pero él terminó ahogado.

Fdo: MONO BURGOS