UNA DE AMOR ... Y ODIO

Después de pagar 25 millones y; tras un buen año, otro impresionante, otro doblemente exitoso, llegó un año horrible, para olvidar, para no contar a tus hijos, para ocultar a tus nietos, para decir que nunca estuviste alli, que sí, que ese hombre se parecía pero que no eras tú, que en realidad esa foto es de otro año o que la han retocado con el 'photoshop', que en realidad jugaste lesionado toda la temporada o que tenías problemas en casa. Así ha sido el último año de Diego Forlán en el Atlético de Madrid.

No quiero caer en la frivolidad de criticar al uruguayo directamente, me parecería hasta algo injusto. También lo hago para esa gente que cuando reprochas a Forlán te dice: "pero que cara, con lo que os ha dado", vale, y ahora, ¿ahora qué nos da? nada.

Primero quiero agradecerle los 23 goles de su primera campaña, 6 de los cuales los anotó en competición europea, perdón, en la máxima competición europea, de esa de la que el Atlético no tendría que alejarse tanto como lo hace. Gracias Diego por ese gol que deshacia la igualdad en la eliminatoria de la ronda previa ante el Schalke 04 y que abría paso a dos goles más, lo que significaba volver a escuchar el himno de la Champions League en el Vicente Calderón, aunque el mejor de ese partido fue el 'Kun', hay que reconocerlo. Pasamos la Fase de Grupos como segundos (hubieramos sido primeros si el árbitro no se hubiera inventado un penalty de Pernía sobre Gerrard) pero estabamos contentos, nos había tocado el Oporto. Tras un partido de locos en la ida, que se disputaba en el Calderón (2-2) entonces Abel, para la vuelta, y con más cara que vergüenza deja a nuestro goleador en el banco para que salga en la segunda parte, si acaso. Pues toma (0-0), a casita todos. Cuento esta historia porque por aquel entonces si no jugaba Forlán era una catarsis, tanto que Abel Resino dejó de ser entrenador del Atlético.

Gracias Forlán porque tampoco olvido tus 32 goles de la 2008-2009, y gracias a los que por segunda vez te alzabas con la Bota de Oro y el Atlético volvía a disputar Champions por segundo año consecutivo. Nadie olvidará la recta final en la que se ganaron todos los partidos y tú acabaste por conseguir el mencionado galardón ante el Athletic de Bilbao. Dicho queda, al que soliamos ganar cuando jugamos contra ellos, parece que hemos perdido la costumbre, sí.

Gracias también por ser tú, y te acuso directamente a ti, quién consiguió los dos títulos del año pasado, tus goles, aunque fueran verdaderos churros, nos hicieron llegar a una final y ganarla, aunque el 2-1 pudiera ser en fuera de juego, pero también contó, al igual que el primero de tus goles. Yo estuve allí, sí, y me hiciste la persona más feliz del mundo después de tanto tiempo, por eso te doy las más sinceras gracias.

Pero Diego, quizás esto no te guste tanto como lo que acabo de contar y probablemente a mucha gente tampoco, pero yo ya te he agradecido todo lo bueno que has hecho por nosotros. Ahora bien, ojalá te hubieras ido este verano cuando te dieron el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial de Sudáfrica, impresionante lo que hiciste con Uruguay. No te culpo a ti de quedarte, sé que en Madrid se vive muy bien y cobrando 4,5 MLL al año cuando ya se tienen 31 primaveras, ni te cuento.
Nunca entenderé porque no te obligaron a irte, si se fue Torres por 36 millones, nos hubiera parecido igual de bien que te hubieras ido tú por el mismo precio, o incluso menos. Ahora hemos llegado a un punto en el que incluso me ofrecería a llevarte personalmente en mi coche a la ciudad del equipo por el que ficharas, te invitaría a comer si quisieras. 36 millones, no paro de darle vueltas, creo que con ellos podría confeccionar una plantilla que en 3 años optaría por pasar la Fase de Grupos de la Champions League.

Siento no aguantar tus rabietas, que salgas al campo para ondularte el pelo, que después de marcar un gol mires a mi grada y grites "que te la chupe" (chupamela tú a mi), que no des un pase de dos metros y sobre todo, que te creas que estás por encima de una camiseta, de un escudo y de 55.000 personas que vamos al estadio cada 15 días. Sigo dando vueltas a los 36 millones, no me lo creo. Özil, Falcao y Luis Suárez se hubieran podido fichar con ese dinero y haber podido invitar a gambas y langostinos a toda la plantilla.

Lo siento Diego, te he querido mucho, pero ahora no te aguanto, me cuesta ir al campo si sé que vas a estar tú, cada vez que te veo fallar un mano a mano pienso en 36 millones de euros, cada vez que te veo que vas al centro del campo pienso en 50 futbolistas que hubiera podido comprar por 36 millones y que harían eso mejor.
 
A las palabras de Quique Flores me remito "ya habeis visto los minutos de Forlán" sí, LAMENTABLES. Por eso Diego, después de haberte agradecido todo, por favor, LÁRGATE.

Fdo: Mono Burgos