domingo, 19 de junio de 2011

Los sub 23:¿oportunidad o problema?

El formato que emplea la Real federación española de fútbol obliga a los clubes de segunda B y tercera a contar con seis fichas de jugadores que tengan menos de 23 años. La pregunta es ¿estamos ante una oportunidad para los jóvenes o un problema para los equipos humildes?
Como es usual, España a nivel federativo actúa a la forma de una república bananera; y como ya es regla habitual, el perjudicado es siempre el mismo: el equipo humilde.
En otros países, como Inglaterra o Italia, el problema de los filiales no existe; los equipos promesas cuentan con sus ligas propias donde ir desarrollándose como futbolistas.
Si tu intención es que el jugador se forme a nivel absoluto tienes dos opciones: o bien le das oportunidades en tu primera plantilla, o bien lo cedes a otro conjunto donde pueda gozar de oportunidades y así foguearse.
Sin embargo, en España los filiales siguen jugando en las categorías absolutas. Todos los equipos cuentan con sus filiales desde la segunda A hasta la tercera división. Un formato que está en decadencia y que algún día se tendrá que terminar.
Pues bien, esta es la base introductoria del problema en que nos encontramos. A todos los equipos de segunda B y tercera, se les obliga a contar con tan solo 22 fichas. Pero para colmo el problema es que 6 deben ser sub 23, por lo cual fichas de jugadores absolutos no pueden ser más de 16.
Esto sería totalmente lógico e interesante, si contásemos con un formato similar al que tienen Inglaterra e Italia. Pero claro, esto es España y aquí mandan Villar y sus secuaces…
Por ello surge el gran problemón. En la práctica, son los filiales de primera división quienes se llevan a las grandes promesas para que formen parte de sus plantillas.
Puede ocurrir que hablemos de jugadores que llevan toda la vida formándose en la cantera y que a base de quemar etapas han llegado a jugar en los segundos conjuntos de esos equipos.
Pero también puede ocurrir de otra forma, que consiste en contratar a aquellos jugadores jóvenes, pero que ya están empezando a despuntar en categorías absolutas en equipos humildes e incluirlos en sus filiales.
Es por esto, por lo que tiene lugar el hecho de que todos los sub 23 que realmente tienen nivel, se encuentran jugando en los filiales de los equipos grandes.
Y es aquí donde entran el resto de clubes de segunda B y tercera. Con la obligación de contar con jugadores sub 23, y con la mayoría de los buenos jugadores que cumplen estos requisitos jugando en los filiales, ¿Qué tipo de jugadores les queda para contratar a ellos sub 23?
La respuesta en la mayoría de los casos es muy sencilla: descartes. Casi todos los jugadores sub 23 que no juegan en equipos grandes son aquellos que no son válidos para jugar en filiales grandes y que no tienen nivel para jugar en las categorías donde se les exige.
Con todo esto, ocurre que los equipos se ven en la tesitura de contar tan solo con 16 fichas en su plantilla, y si tienen suerte, tal vez puedan contar con dos o tres jugadores sub 23 que tengan un nivel aceptable para jugar en esa categoría.
¿Es posible jugar una temporada con no más de 17 o 18 jugadores de campo?
Es por todo esto por la que Federación tiene que empezar a actuar.
O bien crea la liga de filiales y expulsa a los mismos de las categorías absolutas del fútbol español, o bien prescinde de la obligación de contar con 6 fichas sub 23.
Si se creara la liga de filiales, los equipos de segunda B y tercera podrían contar con sub 23 de garantías, cedidos por los equipos grandes, que estarían al nivel del resto de la plantilla. Así, los grandes los podrían probar a nivel absoluto jugando de tu a tu entre los mayores.
Con esto se solucionaría el problema: los grandes tendrían sitios de sobra donde probar a sus estrellas (a una media de 5 sub 23 por equipo y con 20 que cuenta la segunda B e incluso alargándolo a segunda A salen cerca de 500 fichas para estos jugadores) y los equipos de estos niveles, podrían contar con jugadores sub 23 de garantías.
Pero si no se quiere expulsar a los filiales (seguro que a la federación no le interesa por motivos económicos). Lo mejor es dejar de exigirlos.
De esa forma, se haría un favor a los equipos, ya que no se verían en la obligación de fichar a jugadores que en realidad no quieren, y para los chavales, ya que si los ficharan sería porque cuentan en el proyecto y van a tener oportunidades y no se van a tirar todo el año en blanco.
Porque lo que sí es cierto es que la obligación de contratar a los sub 23 no es una forma de dar oportunidades a los jóvenes, sino una forma de crear problemas. Tanto al equipo que tiene la obligación de ficharlos sin quererlos como a los chavales, que en una época donde es fundamental jugar, se tiran los años en blanco.
Ronaldo

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