Hoy en día, cuando el fútbol español se encuentra en su mejor momento, parece que cualquier tiempo pasado fue peor, y que tan solo en estos momentos contamos con una selección de calidad. Sin embargo no es del todo cierto; hoy quiero recordar a jugadores que nacieron apenas unos años antes al momento adecuado.
La gran victoria de nuestro combinado nacional no se ha basado tan solo en que contemos con la mejor generación de nuestra historia; sino también en el hecho de que por primera vez en la historia un seleccionador nacional se dio cuenta que la clave de nuestro país es que los buenos deben jugar, con independencia de su estatura, fuerza o resistencia.
La gran victoria de nuestro combinado nacional no se ha basado tan solo en que contemos con la mejor generación de nuestra historia; sino también en el hecho de que por primera vez en la historia un seleccionador nacional se dio cuenta que la clave de nuestro país es que los buenos deben jugar, con independencia de su estatura, fuerza o resistencia.
En otros tiempos, el combinado nacional estaba repleto de jugadores de aguerridos, currantes y trabajadores, y la calidad se dejaba para un jugador aislado que parecía una gota de agua fresca dentro de tanta sequía.
Hoy no, con la llegada de Luis Aragonés y la continuidad de Del Bosque, no se juega en busca del físico o la lucha, sino que juegan los mejores. Aquellos que cuentan con más calidad en sus pies y que te pueden dotar de algo diferente cada vez que tocan la bola.
¿Alguien cree que hace unos ocho o diez años hubieran jugado juntos en el mismo equipo Silva, Iniesta y Xavi?
Estoy seguro que no, habría jugado uno, al lado de un mediocentro defensivo y luego dos extremos bala, con dos delanteros… Y con ese sistema jamás pasamos de cuartos.
Por todo esto, quiero dedicar estas líneas a unos visionarios; unos jugadores que se vieron damnificados por haber nacido apenas cinco u ocho años antes de los debidos.
Me refiero a jugadores con una calidad extrema, pero que debido al sistema de juego por el que se apostaba en aquel momento, no tuvieron su oportunidad. Me estoy acordando del mago Valerón, o del loco calvito De la Peña, y también del polifacético, pero siempre excelente Guti… seguro que me dejó algunos más en el tintero…
Para ellos, fue una desdicha haber nacido en un momento donde su calidad no era reconocida como actualmente. Nacer en una época donde gustaba más la lucha y las carreras alocadas, que contar con una capacidad en los pies para poder dotar los partidos de algo distinto.
Me gustaría imaginar que habría ocurrido si esos “locos del fútbol” que en su momento eran una parte extraña, hubieran nacido unos años después y pudieran jugar en el combinado nacional actual… ¡Que locura!
Pensando en utopías, también me pregunto que hubiera tenido lugar, si en su momento Camacho hubiera apostado por sacarlos a todos juntos… ¿Os imagináis? No se quizá es mucho suponer, pero como dice mi buen amigo Javi, los buenos siempre deben estar en el campo, y estos son muy buenos.
Ahora que ya están en el declive de su carrera, sigue siendo un lujo verlos jugar con el balón en los pies, y su calidad para mover la pelota. En su momento fueron auténticos visionarios que empezaron a trasformar lo que posteriormente sería la mejor época del fútbol español.
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