martes, 5 de abril de 2011

ITALIA Y LA EMOCIÓN

Más allá de gustos y estilos hay un hecho palpable: la Serie A es, a día de hoy, la liga más disputada de Europa. Es cierto que, salvo la honrosa excepción del Inter, el papel del fútbol italiano en la competición continental ha sido paupérrimo y seguramente el Calcio no atraviese su etapa de mayor esplendor. Pero que la Serie A está emocionante no se puede discutir. Y que en Italia se encuentran muchos de los jóvenes más talentosos del fútbol actual, véase Cavani, Pato, Pastore y Alexis Sánchez como principales estandartes, parece fuera de toda duda


Para empezar han resucitado a dos históricos: Milán y Nápoles. Los rossoneri han vuelto de su calvario por la mediocridad dispuestos a conquistar un Scudetto siete años después. Sin perder las viejas costumbres de mantener exfutbolistas en nómina, han revitalizado la defensa y el centro del campo con jóvenes de mucho nivel, como Thiago Silva o Boateng, a los que hay que sumar una cantidad ingente de talento donde se marcan las diferencias. Pato, Robinho, Cassano e Ibrahimovic, son argumento suficiente para ganar un campeonato… Bueno, también para contratar un buen psiquiatra. Sirva de ejemplo la victoria del pasado sábado en el derbi de Milán.

Y qué decir del siempre histriónico Nápoles, que anhelando a El Diego descendió a los infiernos, Serie C, para refundarse y volver a la pelea de la mano de un capo,  De Laurentis, un argentino devoto de El Pelusa, “El Pocho” Lavezzi y un fuera de serie apodado El Matador, Cavagni. Con este reparto melodramático, unido a un estilo y un esquema propicios para el correcalles (3-4-3 con muy poca pausa en centro del campo), los domingos en el San Paolo aseguran emoción. Valga como muestra la remontada ante la Lazio de la última jornada. A día de hoy, a pesar de tener el calendario más duro, es la alternativa más clara al equipo de Berlusconi, se sitúa a tres puntos de la cabeza y con la Champions casi asegurada, por tanto, objetivo más que cumplido, juega con menos presión que el Milán y mucha más ilusión. 

Todavía se pueden incluir dos candidatos más. El Inter, despistado ante el panorama ilusionante que le ha deparado el sorteo de Champions, pero el Inter al fin y al cabo. Recuperando efectivos para el final de temporada y con la tranquilidad de quien viene de ganarlo todo. En ningún caso descartable a pesar del varapalo del pasado sábado.

Y para acabar con la terna de posibles campeones, y casi cogido con calzador, la sorpresa: el Udinese. Los del Estadio Friuli, partiendo de un esquema 3-4-3 (de cierto auge en Italia por cierto) y de la mano del ilustre Don Antonio Di Natale y la sensación del momento, Alexis Sanchéz, ha encadenado trece jornadas sin perder gracias a un juego vistoso y atrevido, hasta el punto de que la Gazzetta dello Sport le definiera como “un pícolo Barcelona”. Los Isla, Armero, Asamoah, etc; bajo la batuta de Inler, que por fin confirma lo que apuntaba, aparecen por aquí y por allá descosiendo las zagas rivales, como complemento perfecto del pichichi Di Natale, 25 goles, y de Alexis Sánchez, imparable en el dribbling y con el olfato de gol, en otro tiempo su talón de Aquiles, ahora muy desarrollado. 

La derrota inesperada contra el Lecce aleja a los friulanos a 9 puntos del líder, sin embargo, la confianza del conjunto de Udine y la irregularidad de los tres máximos favoritos dejan una puerta abierta a la ilusión. Tras ciento cinco años de historia y una espina clavada, por ese campeonato no reconocido de 1896, nueve puntos son una nimiedad.

Fdo: COLLINA

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