miércoles, 3 de noviembre de 2010

QUÉ BUENO ERES ANDRÉS


Existen muchos motivos para considerar a Andrés Iniesta uno de los mejores jugadores del mundo, y no sólo por el simple hecho de haber sido él quien marcó el gol de la final de la Copa del Mundo de Fútbol. A la hora de hablar sobre Andrés Iniesta debemos hacerlo entendiendo su fútbol como la poesía de la pelota, porque él es capaz de tocar con las botas un trozo de cuero redondo y levantar a un país entero, uno de los motivos por lo que su tocayo el gran Andrés Montes, que en paz descanse, lo bautizó como “Sweet Iniesta”, por la dulzura y exquisitez con la que éste chico pisaba la pelota, levantaba la cabeza y tomaba la mejor decisión.
Ya no sólo por haber marcado el gol antes mencionado, también por aquella maravillosa acción de Stamford Bridge, en el tercer minuto de prolongación, y que dio el pase al F.C Barcelona a la final de Champions League.
Porque tiene una visión de juego privilegiada, parece que juega desde arriba y con el mando de una consola, porque se divierte con su oficio y hace que cualquier amante del fútbol sueñe con tenerlo en su equipo o en su país.

Andrés empezó jugando al fútbol en el Albacete y tras haber disputado el Campeonato Nacional de Alevines, fue nombrado Mejor Jugador del torneo por delante de un chico que prometía más que él, simplemente porque hacía más caños y regates, Jonathan Del Valle, del Racing de Santander.
El siguiente torneo importante de Andrés, la Nike Cup, en categoría alevín, volviendo a ser considerado Mejor Jugador del mismo y su equipo (ya vestía la camiseta del Barça) venció la final al mismísimo Arsenal. Esto parecía una señal de lo que ocurriría años más tarde...
El 17 de mayo de 2006, en el Stade de France de París, el Barcelona se jugaba  la final de la Champions League. El resultado era adverso, perdía por un gol y Frank Rijkaard decidió que ese era el momento del joven Iniesta, que contaba con solo 22 años,  y aun así cuajó un maravilloso partido jugando en una posición que quizás ahora desconozcamos o que podamos entender como extraña para Andrés, de medio-centro defensivo, pero claro... ¿qué hay de sus exhibiciones como medio-centro defensivo en los estadios de Da Luz y San Siro frente al Benfica y el Milán respectivamente? Pues al final va a resultar que no todos los que ocupan dicha posición son siempre tarugos.

En resumen, al momento de abrirse el debate entre si debía jugar Pep Guardiola o ya era el momento de Xavi Hernandez, Guardiola respondió algo de lo que años después vamos a ser testigos expresándose con las siguientes palabras “Tú me sentarás a mí,-le dijo a Xavi- pero hoy he visto a un jugador que nos retirará a los dos”. Y eso significa que desde hace mucho tiempo, y aún cuando a Iniesta le seducía más el merengue que el pan tumaca, estaba llamado a ser uno de los mejores jugadores del mundo y sucesor del próximo Balón de Oro, tanto en su club como en la selección nacional.

Y a pesar de todo lo mencionado, sigue siendo el mismo chico humilde, amante de su tierra y muy consciente de que sus actos como futbolista no lo elevan por los aires convirtiéndolo en alguien supremo, ni tampoco el hecho de tener una cláusula de rescisión de contrato de 200 millones de euros.
Desde niño es el mismo Andrés Iniesta, tanto por su humildad como por su descaro, eso sí, en el campo, porque fuera ya sabemos la timidez con la que mira a la vida. Podemos recordar que en una de las primeras entrevistas que concedía, decía que él aunque estuviera en La Masía, era del Real Madrid, algo que pudo llegar a suceder pero que no cuajó.

En definitiva, creo que el mundo del fútbol debe darte las gracias, Andrés; por hacer posible el tiqui-taca, por cambiar la historia, por unir a un país...

Fdo: MONO BURGOS

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