jueves, 17 de febrero de 2011

JACK WILSHERE, SENTANDO CÁTEDRA.


Pita el árbitro el final del Arsenal-Barça, probablemente el mejor partido de fútbol en  lo que llevamos de año, donde se han dado cita los mejores centrocampistas del mundo y  el primer nombre que me viene a la cabeza es el del número diecinueve del Arsenal, Jack Wilshere. Ya sé que jugaban Xavi, Iniesta, Busquet, Fábregas, Nasri… Pero, por favor, ¿hay alguien que no haya visto la lección de fútbol del amigo Wilshere en su primer partido grande de verdad?

Cualquier seguidor de la Premier, conoce desde hace tiempo el talento que tiene el futbolista más joven de la historia en debutar con el Arsenal. Habitualmente escuchamos predicciones que le otorgan el mando de la selección inglesa en un futuro no muy lejano o bien, le nombran heredero de Cesc en la sala de máquinas del Arsenal. El nivel que demostrado durante esta temporada, afianzándose como indispensable en el centro del campo gunner, confirmaba los presagios. Sin embargo, el partido de esta noche, octavos de final de la Copa de Europa contra uno de los mejores equipos de la historia, es la demostración definitiva para otorgar con todos los honores el distintivo de maestro a MR Jack Wilshere.

Quizá esté exagerando, es posible que debiera haber dejado pasar unas horas antes de escribir este artículo, no obstante, os propongo un ejercicio de abstracción: pasemos por alto los minutos en los que el Barça ha bailado al Arsenal jugando un rondo gigante (reeditando  la eliminatoria del año pasado), las ocasiones en las que Messi dio síntomas de ser un humano y los momentos en los que la defensa del Arsenal recordó a cierto equipo que también viste de rojiblanco. Olviden eso por un instante y recuerden a ese muchacho de diecinueve años sacando la pelota jugada ante la presión asfixiante de los culés con asombrosa maestría. Pónganse ustedes en situación: la mencionada edad, octavos de la Champions y el Barça presionando. Pues el chaval recibe de espaldas, con Xavi, Iniesta, Busquet o Villa en el cogote y una y otra vez, se gira con destreza y autoridad para empezar el ataque gunner con un pase certero. Aparece por todo el campo, siempre mejorando la jugada, lanza los contraataques e incluso se asoma por el área contraria. 

La conclusión es que de todos los partidos que recuerdo del Barça de Pep Guardiola, de todos los centrocampistas que se han enfrentado a esa presión tan agobiante y tan eficaz, Mr Jack Wilshere ha sido el futbolista que mejor ha superado la primera línea de presión del Barça. Seguramente el Barça ha sido superior, es posible que con un Messi un poquito más Messi la eliminatoria estaría resuelta, pero lo cierto es que el factor determinante del partido, el hecho diferencial que ha posibilitado la remontada, han sido los contraataques del Arsenal y dichos contraataques han tenido siempre el mismo origen: el talento de JACK WILSHERE.

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